Hoy, Día Mundial de Acción en Defensa de los Ríos, convocado por International Rivers, anunciamos una Fiesta del Río que celebraremos de la mano del ayuntamiento el 23 de marzo. Se trata de un paseo por el Guadarrama para recoger o localizar basura y fotografiar los impactos que sufre su cauce, y luego compartir experiencias, proyectar fotos y premiar a las mejores. Todo apto para familias. Finalmente un asociado nuestro presentará un libro suyo sobre el cambio climático y sus afecciones fluviales, y comeremos.
El Día de Acción por los Ríos se celebra sobre todo para destacar los atropellos cometidos por la construcción de represas y la destrucción y ruina que estas traen consigo, especialmente en países en desarrollo, donde quienes se oponen a estos proyectos suelen sufrir persecución.
Nuestra problemática no llega hasta ahí, quizá por el poco caudal del río Guadarrama, aunque este también tuvo su megaproyecto de embalse allá por el siglo XVIII en El Gasco (Torrelodones), para unir fluvialmente la Meseta con el Atlántico. Pero se abandonó en 1799 tras el suicidio del proyectista y una riada tan previsible como catastrófica. Vista desde la malograda presa
Restos de sacos de pienso
Nuestra problemática es que el tramo molinero del río parece un basurero. Es una cuestión tanto estética como ambiental e incluso sanitaria. Porque, aunque al tirar al campo un saco de pienso, por ejemplo, pensemos que eso da igual, luego a la intemperie, el plástico se va deshaciendo en microplásticos. Estos son acarreados por el viento y la lluvia por vaguadas, arroyos y ríos hasta el mar, por muy lejos que quede. Allí, la fauna marina los confunde con comida y se atraganta o se contamina con sustancias tóxicas, y si luego tomamos pescado, nos contaminamos a nuestra vez. Así que tirar plásticos por ahí perjudica más que el medio exterior.
Pero está en nuestro mano remediar esto en lo que nos toca, así que os animamos a participar en nuestra Fiesta del Río el 23 de marzo.
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