Aquí en Los Molinos, habrá fiesta de limpieza del río el sábado 28, en colaboración con el ayuntamiento y con objetivo educativo, como ya venimos haciendo. Pero la diferencia de fechas es poca, y el personal puede repetir. Y estaremos a tiempo de recoger la marea de plásticos de las fiestas -botellas, briks y bolsitas, vasos y cubiertos, bridas de atar, colillas, etcétera, sin hablar de botellines, latas, cartelitos y demás- antes de que llegue al cauce. Prohibir los plásticos de usar y tirar atentaría contra “la libertad”, pero aún así, el que ayuntamientos de todo signo se preocupen de la salud del entorno se agradece.
En Cercedilla, además de talleres de reciclaje para niños, se va a plantar un árbol donde la estatua del montañero, recaudar fondos para el Amazonas y homenajear a la Amazonía. Porque se está incendiando la casa común -de la que el Amazonas es la sala noble-, y hasta que Trump, Bolsonaro y compañía no vean que el incendio acabará por quemar sus negocios, habrá que hacer de bomberos.
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