Hace falta algún cubo, pues se ve que a algunos que paran aquí es pedir mucho que se lleven sus residuos. Estos podrían deberse a las carreras de motos estruendosas que se montan por esta carretera con tanta curva y quitamiedos adaptados, y que desprenden el mismo respeto por el entorno. Además si la fuente tuviera agua, no haría falta tanta bebida envasada. Hay personas cívicas dispuestas a ir a limpiar, pero una ayuda con cubos de basura se agradecería.
El civismo viene del carácter o de la educación. Pero ante el tsunami de basura, los ayuntamientos pueden hacer cosas. Pueden instalar cubos en botellódromos y supermercados, rechazar el plástico de un solo uso, dificultar el acceso de vehículos al monte, recoger lo ya vertido en el monte, fomentar el compostaje doméstico y la recogida puerta a puerta con tasas por volumen, instar a la Comunidad que plante cara a Ecoembes e impulse un sistema de depósito y retorno de envases, y promover la educación de niños sobre cómo los plásticos intoxican el medio, de cazadores y ganaderos, de las órdenes con recintos enclavados en el campo, de las empresas con infraestructura cuyo mantenimiento genera desechos, etcétera.
Los Molinos desde La Pelona |
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