![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNdt1FoEg8W871cKYgyFzXuzGF9KTc727DtJlPEQK6vVV4BBiCxcolS8ctyc3WJanN6gtsh9U-JXsjIDvo5aRBkrU0i9Vh2txbVblSFz9chVCfdJ0-tKgyXhGgD6iE4xZvM5_Esqjozl-b/s1600/En+el+merendero.jpg)
Mi corazón reposa junto a la fuente fría.
(Llénala con tus hilos,
araña del olvido.)
...
Mi corazón se vuelca sobre la fuente fría.
(Manos blancas, lejanas,
detened a las aguas.)
Federico García Lorca
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzm0xn2UWt9aAkp5MRHRXoLtUDEIhzmX_K0Hodjpxvu43C-jno_FTw9pXTAdVQLBAp-d6F2WlGe3IW6Y1tyH7q62P-WtSKsdM1IsYz3gTfgP2xx5T42-KKsNbrMGFWYj5D3iNRbJWfN3yT/s1600/Por+las+piscinas.jpg)
Estas fuentes, de las que solo una surte agua, tienen el típico empaque molinero del granito basto toscamente labrado unido a los colores vivos del liquen y del musgo.
Esta última habrá que protegerla cuando se construya el deseado camino-acera para favorecer la movilidad activa entre las piscinas y la entrada a Montepinar, que finalmente va a tener un ancho de 1,80 m y cuyo presupuesto está pendiente de aprobar. El tubo de plástico, casi mejor quitarlo. El cañito de hierro aún gotea, creando un minúsculo humedal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario