Fiestón del río

Gracias a los que participaron en la fiesta de limpieza del río de ayer: a los más de 70 vecinos, a los trabajadores del ayuntamiento y de Protección Civil, al chatarrero, al cocinero y a la corporación municipal, todos haciendo horas extra por el bien del entorno. Y como veremos otro día, los que más aportaron fueron los niños. Lo único mejorable, los platos, cubiertos y vasos de usar y tirar con los que comimos, pero cuesta criticar tras una paella tan buena.

Como residuo estrella destacamos el vaso de plástico, que parece diseñado para resquebrajarse y deshacerse tras su uso efímero e ir degradando el medio.

Como tramo más perdido, este, al lado de unos almacenes, donde los plásticos han ido imbricándose con los sauces y zarzas e incluso incorporándose a sus ramas y raíces al seguir creciendo estas.

Había envases de todo tipo pero destacaron latas de las mejores marcas de cervezas, refrescos y bebidas energéticos, envoltorios de chicles, chuches y snacks, cajetillas de tabaco y por supuesto las botellas de plástico.

Y para el Crespón Negro del patrimonio natural que otorga el 5 de octubre el Observatorio del Patrimonio de la Sierra, proponemos la situación del río Guadarrama en todo su tramo alto, desde Torrelodones a su nacimiento a unos metros del límite nuestro con Cercedilla. Como nos decía ayer un biólogo, al estar hechos de agua, somos el río, porque el agua no deja de dar vueltas. Y río es toda la cuenca, y este pueblo es del río. Por tanto merece otro trato.